"El Guagor"
Un espinoso como verde de cactus es la planta agresiva y original que da a brotar a la flor del guagor, es del cinabrio o de la glosularia? hermosa, el sol del medio día se ha licuado en su cáliz y dado a reverberar tonos granates en engarce con el oro y la laca para engalanar la puna y hacer delirar a la fantasía.
La paleta de los pintores no lograría jamás aquel tono de fuego rojo anaranjado que flamea en el fondo de la flor, y sube en haces miríficos por entre pétalos transverberados, de allí han salido los bermellones de los crepúsculos que diademan las cumbres nevadas y los ocasos marinos.
El guagor pareciera un tulipán aclavelado y cerúleo con tonalidades de coral y opel en los bordes, en el fondo los tonos de zafír o de rubí están en una orgía y lujuria de color para acabar en el rojo de hoguera ardiente y en una vorágine dantesca, grandiosa y apoteósica es la flor.
La mirada se embriaga en sus tonalidades y en su hermosura el corazón se embarga, el doncel que brinda una flor de guagor no siente las punzadas de las espinas cuando las toma para ofrendarlas, y la requerida engalanada con el más exótico presente se identificará con ella; las espinas le preservarán de la codicia o de la ambición.
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